De cara a septiembre esperamos tener preparadas muchas novedades en la web. Si todo marcha según lo esperado iremos incorporando diferentes secciones que hagan el blog más ameno...artículos, trucos de cocina, colaboraciones...en fin, un poco de todo, que ya lo cantaba El Robe: No sólo de pan vive el hombre. Vamos con el primer artículo de lo que espero sea una larga lista:
Prefiero ver el botellín de cerveza medio lleno a verlo medio vacío, han pasado tres cuartos del verano, pero aún nos quedan un buen puñado de días de sol, playa y chiringuito; y precisamente de eso vamos a hablar: de chiringuitos, el compañero de baile ideal para un bañador húmedo y unas chanclas havaianas (hawaianas de toda la vida).
Los amantes de la playa sabemos enfrentarnos con entereza al chiringuito clásico, sabemos de que "palo" va el establecimiento en cuanto nos echamos a la cara al camarero, pero aunque gaste un bigote cano, una coleta recogiendo los restos de lo que algún día fue melena y mas roña entre las uñas que los pantalones de Jim Morrisson, no nos acojonamos...adelante, que es verano...a vivir que son dos días.
Podemos disfrutar de cañas mal tiradas, de botellines literalmente congelados, de "bocadillos de bobos" (de pan con pan, de los que horrorizaban a mi abuela, niña de posguerra criada en la disciplina del hambre), de cocacolas de 20cl, incluso de tapas de ensaladilla rusa que harían torcer el hocico hasta al mismísimo Bear Grylls (El Ultimo Superviviente). Pero para el fenomeno "chiringuitero" que sacude los más profundos cimientos de los establecimientos "a pie de playa", no estábamos preparados. Desde hace días circula por la red la factura de un restaurante formenterano, que "ad maiorem Dei gloriam" le mete una clavada al cliente de toma pan y moja. Hasta ahí todo correcto, restaurante de lujo...clavada asegurada. El problema es que el restaurante al que nos referimos es un chiringuito...sí, habéis leído bien 337.55 Eurípios por comer en una silla de plástico, con los "dedicos" en la arena y la servilleta de papel....en tres palabras: IM PRE SIONANTE
Comer por ese montante de dinero, dicho sea con perdón, con el "culo lleno arena", no es de recibo, por muy "posh" que sea el chiringo. Más de 300 € por un pescadito, una ensalada y un helado es una perversión tan insana de la esencia cañí del chiringuito veraniego que de llegar a oídos de Georgie Dann, se verá irremisiblemente arrastrado a cambiar la letra de su hit veraniego mutando su tan tatareado "como me gusta el chiringuito" por otro verso más acorde con los tiempos: "como la clavan en el chiringuito".
Está claro que los buenos aficionados a la playa hemos lidiado con chiringuitos de diverso pelaje, acogedores establecimientos gallegos, donde por cuatro perras te ponías ciego a necoras y ribeiro (A Lanzada), escondidos refugios estivales de madera con olor a salitre y privilegiadas vistas a una playa seminudista (Ballota), terrazas en los arenales ibicencos, regadas por su “chumba-chumba” chill out donde te cobran la cerveza al precio de media estrella fugaz (Cala Bassa), pero de ahí a pagar 19 € más iva por una ensalada mixta va un mundo, la diferencia entre una falta y un pecado.
Millonetis, los hombres de a pie renunciamos a los restaurantes de lujo, a los yates, a esquiar en Aspen y a casarnos en Hawaii...pero por favor, no nos prostituyáis los chiringuitos, no se puede ir al refugio veraniego del obrero a tomarse tintos de verano a 4.50 más iva; por mucho que vengáis en zodiac, ni es glamouroso ni es "cool" y por más que os pese sin la barriga cervecera y el moreno agromán los chiringuitos no sobrevivirán.
Desde aquí quiero hacer un llamamiento, un grito de socorro: Salvemos a los chiringuitos tradicionales, fundemos una ONG, preparemos una campaña de crowdfunding, una firma colectiva en change.org...lo que sea...una playa sin chiringo es como un mar sin sal, como un barco sin capitán...un desierto de sed y arena.
Para más artículos: http://fdelparamo.blogspot.com.es/
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qué pasada el facturón, y seguro que se lo dieron sin vergüenza ( o sinvergüenza).
ResponderEliminarme ha gustado mucho el artículo.
salvemos el chiringuito tradicional!!!!
Claro que sí, Baraturantic Antic, menos cucamonas de diseño y más cañas de cerveza, sardinas a la brasa y tinto de verano...¡ Un saludo y gracias por comentar.
EliminarEl mobiliario para una terraza o chiringuito es esencial para crear un ambiente acogedor y cómodo para los clientes. Una buena elección de sillas y mesas puede marcar la diferencia en la experiencia del cliente.
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