La miel esta de moda, un edulcorante natural y muy sano para darles un toque de calidad a vuestros yogures, tes y cafés, además de rica la miel tiene un montón de propiedades beneficiosas para la salud, lo que hace incrementar tanto su producción como su venta de año en año.
La miel, por su propia naturaleza, tiende a endurecerse, a cristalizarse, principalmente por el elevado contenido en glucosa que tiene este producto natural y por la temperatura que acelera el proceso de cristalización, este proceso no implica que la miel se haya puesta en mal estado, sino que al contener la mucha azúcar en relación con la cantidad de agua la glucosa se sobresatura cristalizándose. Para evitar que esto pase, y no podamos utilizar un buen tarro de miel tan sólo tendremos que guardar nuestra miel en un tarro de cristal (nada de tarros de plástico) e introducir en él, sumergida entre la miel una zanahoria pelada. Las propiedades naturales de la hortaliza consiguen que la miel se mantenga líquida, bien licuada un montón de tiempo.
Si no hemos tenido la previsión de meter la zanahoria todavía estamos a tiempo de resolver el desaguisado, tan solo tendremos que colocar el bote de cristal, en el que guardamos la miel, al baño maría y esperamos cinco o seis minututos a que recupere su forma líquida.
Momento en el que podéis aprovechar para introducir la zanahoria y olvidaros para siempre de mieles duras.
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