Todos hemos sufrido, a la hora de cortar cebolla en la cocina, el picor intenso que nos hace ponernos a llorar como un bebe. Es una sensación verdaderamente molesta, que se produce porque la cebolla emana un irritante llamado propanotial, y para nuestra desgracia irrita las fosas nasales provocando el molesto lagriméo y un constante ardor en los ojos. Afortunadamente existen varios trucos que nos ayudarán a sobrellevar la situación aprendiendo a cortar tus cebollas sin soltar ni una sola lágrima. Todos ellos se basan en reducir lo más posible la emisión del propanotial minimizando así sus efectos adversos.
- Frotar la tabla de picar cebolla con un trozo de limón antes de ponerte a picar.
- Meter el cuchillo en el congelador veinte minutos antes de empezar a cortar y utiliza el cuchillo súper frío.
- Utiliza siempre un cuchillo afilado y de hoja lisa, nada de cuchillos de sierra o sin filo.
- Cortar la cebolla bajo la campana extractora de humos, por supuesto con ella encendida.
- Mete la cebolla en el congelador una hora antes de picarla.
- Coloca agua hirviendo cerca del lugar en donde vas a cortar las cebollas para que el vapor disipe los gases de la cebolla mientras la cortas.
- Utiliza gafas de sol (o de buceo) mientras cortas la cebolla.
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